Tantas cosas malas hay en el mundo que como si algo faltara esta la desesperación. Nadie quiere ser una persona desesperada, pero resulta que sin pedirlo ahí estamos. Empero no todo lo malo es malo, así que hablemos de este tema que aporta ambas caras de la moneda.
Definición de persona desesperada
La persona desesperada se encuentra en un estado de desesperación, es decir, ha perdido o pierde constantemente la tranquilidad, la esperanza, la ilusión, o la paciencia. En la desesperación no hay esperanza, debido a la creencia de que no hay solución, no hay mejoría, se ve que no se puede alcanzar el éxito o algún objetivo, o que algo que es irremediable.
¿Es malo ser desesperado?
Si es malo. Es malo ser desesperado porque transitar la vida con desesperación en sus distintos aspectos cotidianos debilita todos los sentidos, causa confusión, desánimo y depresión. Además parece que no hay solución y oscurece la visión. Como consecuencia y para plazos futuros el ser desesperado nos “pasara factura”.
Pero la desesperación tiene su razón de existir. Así que no te desesperes por ser desesperado, no obstante, es preciso hacer algo.
Es verdad que la desesperación existe y que no se libra de ella de la noche a la mañana, sin embargo, debemos saber que todos los seres humanos tenemos algo que podría llamarse nuestro “defecto” o debilidad. Y es precisamente ese “defecto” el que sirve para rectificar y mejorar nuestra vida.
Todos vinimos al mundo a hacer algo, y ese algo es el bien. No debemos dejar que nuestro lado oscuro sea que el sobresalga o venza en nuestra vida. Es nuestro lado bueno que debe vencer y sobresalir. Por tanto, quien sufre de desesperación es porque es bueno que así sea (y enfatizamos: lo que no es bueno es quedarse de brazos cruzados sin hacer el intento de mejorar).
A través de esto se aprende a trabajar y a tener fe en sí mismo que puede mejorar, y aprende a tener fe en el Creador en que todo es para bien y que a través de ese “defecto” puede ser una persona muy valiosa que se conquista a sí mismo, que batalla y que si pierde alguna ocasión se vuelve a levantar y finalmente triunfa, es un vencedor. Cambiando la crueldad en bondad, la desesperación en esperanza, la mentira por la verdad, el desfallecimiento por la fortaleza, etc. Trayendo luz y no oscuridad al mundo, especialmente para quienes nos rodean.
No es tan fácil como parece, pero tampoco es tan difícil. Pero concientizándolo, y con determinación veras que es así.