Un día los colores del estío secaron la laguna en que habitaban dos ranas. Entonces ambas se fueron en busca de un nuevo domicilio, y encontraron un pozo profundo que a la sazón casi se desbordaba de agua.
Entonces una de ellas dijo:
Aquí nos acomodaremos fácilmente.
Pero contestó la otra
Tienes razón, pero si el pozo llega a secarse, ¿cómo saldremos?
Pensando un rato se dieron, pues el abrazo, y se fueron en busca de otra charca, que era su verdadero domicilio.
"Muchas veces creen encontrar algo mejor pero nunca tienen seguridad de ello y vuelven al mismo lugar"