Definitivamente la envidia es algo que hace daño en la persona quien la sufre, porque al envidiado le bastara con alejarse de él, -claro que debe hacerlo a tiempo, sino se contaminará como la persona envidiosa- La envidia es un mal superable, sin embargo se requiere de esfuerzo constante para no caer en la envidia o bien salir de ella.

¿Y qué ganamos con saber cómo es una persona envidiosa?

Es importante por lo menos por dos razones:

• La primera es porque descubres cómo actúa un envidioso (de envidia pura).

• La segunda es para evitar ser así, y porque puedes reconocer si tus actos son así, si tu comportamiento es así y te identificas (aunque no lo quieras) entonces tienes el trabajo de cambiar y de mejorar tus actos.

¿Cómo identificar personas envidiosas?

• Tiene baja autoestima y vive deseando el éxito y los triunfos que los demás han logrado conseguir.

• No hace ningún esfuerzo por alcanzar alguna meta, sino que se muestra conformista.

• Todo lo crítica y lo único que hace es estar pendiente de los errores de los demás.

• Por más que no lo acepte, le teme al fracaso.

• Es una persona que siempre se hace la víctima de todo, que si la mala suerte, el gobierno, el destino, etc.

• Su vida es un desorden, por lo que batalla para alcanzar alguna meta.

• Se entretiene en el chisme y se la pasa especulando de todo acerca de aquellos que envidia.

• Una persona envidiosa se manifiesta además como aduladora y también hipócrita.

• Se fija en los bienes de los demás y lo critica como si en algo le afectara.

• Una persona envidiosa se nota porque jamás acepta que otros alcancen el éxito y dice que lo alcanzaron a base de trucos y ayuda o con cosas raras.

• Hace comentarios como: esta feo tu suéter aunque este nuevo, además no combina con ese pantalón antiguo.

• Una persona envidiosa no comparte la alegría ni la felicidad de otro.

• Una persona envidiosa no solo se siente si no que si escuchan las buenas noticias y las miran, ponen su cara de molestia e indiferencia.

• La persona envidiosa usa “indirectas” en sus conversaciones para rebajar a su nivel a la otra persona.

• No se puede hacer equipo con ella, se muestra hostil en todo.

• Si la saludan responde con exagerada indiferencia, con voz nada amable, sin sonreír y aun sin voltear a verlo (hay casos que ni aun responden).

• Se alegra en un tropiezo de la otra persona y llega al “colmo” de decir que se lo merece.