A una persona que ama la música se le dice melómano. Un melómano es un aficionado a la música, pero de forma excesiva, lo cual no necesariamente es ejecutante, estudioso del tema, ni profesional de dicha disciplina. Simplemente les llama la atención la música como arte, las canciones como gusto y la historia musical como anécdota.
"Los más afectos a datos, anécdotas y a escuchar música en forma excesiva se les llama melómanos…"
Características propias de los amantes de la música:
- Les gustan los géneros más complicados (jazz, bossa-nova, clásico, filarmónica, etc).
- Leen historia musical contemporánea centrándose sobre todo en la parte anecdótica.
- Ven películas biográficas o documentales de sus ídolos musicales para informarse.
- Escuchan discos y suelen comprar auténticas piezas para coleccionistas.
- Hay personas sumamente informadas que se vuelven enciclopedias de temas musicales.
Contrariedades de ser solo un amante de la música:
- Al carecer de una formación metódica y formal asumen que lo aprendido de manera informal les respalda en sus posturas musicales.
- Hay quienes piensan que solo lo que oyen es lo mejor.
- Son afectos a datos y anécdotas.
- Existen críticos musicales cuya labor no es un aporte real a la disciplina.
Consejos para amar y valorar la música:
- El amor a la música lleva implícito el aprendizaje teórico-práctico de esta rama de las bellas artes.
- La información musical especializada es para conocer su historia y aprender las distintas técnicas y fundamentos.
- La música es para compartir conocimientos, ejecutar piezas e instrumentos y componer piezas y canciones.
- La música da una identidad: un músico es creador, ejecutante e informado del tema.
En conclusión: Los más afectos a datos, anécdotas y a escuchar música en forma excesiva se les llama melómanos.