Porque me pasa lo que me pasa. Nada es casualidad todo tiene un propósito. Muchas veces tratamos de comprender porque pasan las cosas de cierto modo en nuestra vida, nos preguntamos a qué se debe que en algunas ocasiones las cosas parecen estar a nuestro favor y en otras no.

¿Todo lo que pasa es por algo o es casualidad?

Ejemplos de este tipo de preguntas son las siguientes que a lo largo de la vida nos cuestionamos. ¿por qué pasa lo que pasa?

• ¿Por qué me toco nacer aquí?

• ¿Por qué tengo la familia que tengo?

• ¿Por qué mis amigos son ellos y no otros?

• ¿Por qué me case con tal persona?

• ¿Por qué tengo tal hijo o familiar así?

• ¿Por qué trabajo en tal cosa?

• ¿Por qué tengo este tipo de vida?

• Etc.

En la vida es común que no siempre salgan las cosas como nosotros deseamos, y tomamos otra dirección, otras decisiones, a veces cambiando drásticamente el rumbo de nuestra vida, se comienza a caminar de un modo diferente que planeábamos.


O bien al pasar el tiempo y después de adversidades, hasta perseverar, y justo en el momento preciso, nos damos cuenta que tuvieron que pasar muchas cosas para que las situaciones resultaran de manera determinada.


El camino de cada persona en este mundo está llena de señales: podemos no tomarlas en cuenta y seguir adelante o podemos ponerles atención y tratar de buscar que significan.

La mejor conclusión:

• No se debe ignorar las cosas, quizá no se comprendan ahorita, pero la gran mayoría de las cosas son resultado de nuestros pensamientos y acciones: buenas y malas.

• Se debe prestar atención y tomar conciencia de las cosas que nos ocurren, pues sin duda son mensajes o pistas con el fin de guiarnos en nuestra ruta de la vida.

• Todos fuimos bien puestos en su lugar donde estamos para cumplir con la misión que fuimos encomendados: ser mejores y mejorarnos nosotros mismos, y ayudar a mejorar nuestro entorno más inmediato.

• Lo más importante entonces es: preguntarse ¿Qué significa esto o aquello?, así podrás comprende cuál es el sentido de la vida.