Es preciso que cada uno estudie de acuerdo a sus posibilidades y a su capacidad, dando cada uno lo mejor de sí, ya que a final de cuentas, como lo expresa un autor acerca del que sabe mucho como y del que sabe menos:
“Lo realmente importante no será cuánto sabes, sino qué eres capaz de hacer con lo que sabes y con lo que tienes a tu alcance”
¿Es malo saber demasiado?

- No es malo, siempre y cuando lo canalices para bien, para hacer cosas buenas, inteligentes, legales y honradas.
- Ese conocimiento lo debes utilizar para salir adelante, superarte personalmente, alentar a los demás de que si se puede, y realizar estés donde estés un trabajo bien hecho.
Las cosas deben estar en equilibrio para no dañar inclusive nuestra propia vida. El que sabe mucho debe estar agradecido precisamente porque sabe mucho, por tener esa virtud de saber demasiado.
¿Cuándo es malo saber demasiado?
- Cuando empleas ese conocimiento para hacer mal a alguien, ejemplos: fraudes, malversación, falsificaciones, nepotismos, abusos, violaciones, engaños, etc.
- Cuando desprecias, subestimas o haces inferior a los demás por saber menos. Lo malo no es saber demasiado, sino la actitud que tomas ante los demás.
Es beneficioso para la sociedad que hallan muchas gentes con conocimientos, personas que dominen muchas áreas de estudio para el desarrollo del país. Pero como lo acabamos de mencionar no resulta conveniente tener un brillante contador que defrauda, un sobresaliente ingeniero que comete robos, un maestro que viola, un religioso que se enriquece o abusa, etc.
Tampoco es bueno ser perezoso y no estudiar, argumentando que “me puedo hacer malo con mucho conocimiento”. El día de hoy ya no hay pretextos para no saber un poco más de cada cosa. Se debe aprovechar inteligentemente el internet para auto educarse y no solo perder el tiempo en el ocio (el ocio es bueno, pero la mayor parte del tiempo hay que aprovecharlo sabiamente).