La cigarra después de cantar todo el verano, se encontró cuando comenzó a soplar el cierzo; ¡Ni una migaja... ni una mosca... ni un gusanillo!
Recordó a la hormiga, a la que había visto durante aquel tiempo, muy diligente, acarreando provisiones. Lo que no recordó fue que se había burlado un poco de ella hallándola exagerada en su actividad.
Pero la hormiga se negó de hacerle el papel de prestamista; además, ella recordó las burlas de la cigarra y le dijo:
¿Qué hacías con el buen tiempo mientras yo trabajaba?
La cigarra no podía engañarla y le contestó:
Pasaba todo el día y parte de la noche cantando.
Y le dijo la hormiga:
Pues ahora sigue cantando.
Fábula de la cigarra y la hormiga con moraleja
"No debemos ser holgazanes coma la cigarra, ni burlarnos de los previsores, como la hormiga"
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Fábula de la cigarra y la hormiga con moraleja