La rana pertenece a una clase de animales llamados “anfibios” que son los más conocidos de entre el género de los batracios. El término “anfibio” proviene del griego y significa “de ambas vidas”.

Todos los animales que pertenecen a la clase de los anfibios, desde el momento de su nacimiento, experimentan transformaciones muy profundas por la razón de que paulatinamente van pasando de una existencia por completo acuática a otra existencia predominantemente terrestre:

• La rana nace de un huevecillo que flota en el agua junto con muchos otros envueltos todos en una tela gelatinosa. Tan pronto como sale del huevecillo el animal se conduce enteramente como un pez.

• A la rana recién nacida se le llama renacuajo que es el nombre de la larva.

• El renacuajo tiene cabeza grande y largo; carece de pulmones y respira como los peces por medio de branquias externas, especie de abanicos extendidos a los lados de la cabeza. Por medio de las branquias, el renacuajo toma el oxígeno que se encuentra disuelto en el agua.

• A medida que el renacuajo crece sus branquias exteriores se vuelven interiores, como las de los peces. Después las branquias son reemplazadas por los pulmones.

• Cuando el renacuajo tiene dos o tres meses de edad queda convertido en rana. En ese momento sale del agua y comienza a vivir en la tierra.

• A pesar de que queda radicalmente transformada, la rana no puede alejarse del agua, porque el medio ambiente en que nació es importantísimo para su existencia.

• Además de que en el agua encuentra un refugio seguro contra sus enemigos, necesita de ella para respirar.

• La rana debe conservar siempre húmeda su piel ya que ésta, gracias a la humedad toma parte en las funciones respiratorias.

• Su piel esta provista de una red de vasos sanguíneos capilares (delgados como un cabello), que tienen que estar mojados para verificar el intercambio respiratorio entre el aire del exterior y la sangre que circula por esos vasos de la superficie de la piel.

• La respiración de las ranas es poco activa; exhalan una cantidad de anhídrido carbónico diez veces menor que los mamíferos. Por eso, la temperatura de su cuerpo es baja lo mismo que sucede con los reptiles y cambia según la temperatura externa.