Angkor
Al norte de Camboya se levanta el más importante monumental del Sudeste asiático fundado por varios soberanos khmer para su mayor gloria y honor.

La antigua ciudad te da la bienvenida: dos amenazadoras cabezas de cobra de piedra, las ñagas se yerguen a ambos lados del puente que pasa por encima del foso. Los cuerpos de las cobras se extienden por toda la longitud del puente y están firmemente abrazados por una hilera de 54 dioses a uno de los lados y 54 demonios al otro.

Al fondo, imponente destaca el gopuram meridional, una de las cinco puertas monumentales de Angkor Thom coronadas por unas inmensas cabezas picadas de Buda. Las cigarras no dejan en su enervante concierto, el aire es cálido y quieto.

Una ligera inquietitud embarga a quien contempla los rostros de las estatuas del balaústre, iguales entre si solo en cuanto dimensiones y distintas en sus fisonomías: malévolas y amenazadoras las de los demonios, serenas la de los dioses.

De una sola ojeada puede captarse los símbolos de las dos religiones distintas que han convivido aquí: el budismo representando por gopuram y el hinduismo al que aluden las ñagas, que evocan una alegoría de la creación hindú.

El ultimo gran templo construido en Angkor para mayor gloria de un rey. Cincuenta y cuatro pequeñas torres unidas por unas galerías rodean el cuerpo central del edificio, una pirámide de cuatro niveles formada por 49 torres. Cada una de estas torres está formada a su vez por cuatro rostros de Buda que miran a cada uno de los cuatro puntos cardinales.

A decir verdad otro importante testimonio de la forma en que estaba organizada la civilización de Angkor. Toda la zona en la que se fueron sucediendo las distintas capitales khmer esta regada por una espesa red de canales, los baray.

Esta infraestructura permitía inundar los arrozales durante la estación seca, con lo que obtenían dos cosechas de arroz al año. Los baray están enterrados y cubiertos de vegetación, los canales, los canales han desaparecido completamente bajo una espesa capa de maleza.

La capital es el mundo del rey-dios y ha de estar en el centro del reino, del mismo modo que el reino divino se encuentra en el centro del mundo de los hombres. En el centro del mundo de los dioses se encuentra en Monte Meru, la montaña sagrada de la región hindú.

En el centro de la capital del dios-rey debe erigirse el templo-montaña en el que se custodia el linga símbolo de Shiva y por extensión del rey.