Un chisme se considera una noticia o un comentario que no está del todo claro si es cierto o falso, aunque en su mayoría suelen ser de carácter negativo. En otras palabras un chisme es una noticia sin verificar su veracidad. Todos hemos oído chismes y hasta en ocasiones, unos más otros menos, hemos participado en alguno.
El chisme es parte de la comunicación y queramos o no, el chisme es el que da muchas veces ese “sabor” a la plática, hasta la biblia lo dice “las palabras del chismoso son como bocados deliciosos” (Proverbios 18:8a). Un comentario o noticia se convierte en un chisme cuando queremos saber más (morbo) o cuando se quiere platicar más de lo que es realmente; sin embargo, va a depender mucho la intención con la que se cuente el chisme.
¿Consideras que un chisme aporta información valiosa y confiable?
• No. En la mayoría de casos los chismes son negativos, y tal vez, quizá alguno sea “bueno”, veamos porque.
Un chisme negativo es cuando:
• El que lo transmite tiene intenciones de perjudicar, “quemar”, avergonzar, poner en ridículo, exponer algo privado en público…etc.
• Distorsionas o les das otro sentido a la información que obtuviste.
• Sin verificar la veracidad de la información tú la transmites a otros, a tu manera y muchas veces añadiéndole “de tu cosecha” cosas que no te “contaron” y creas tus propias especulaciones.
Consecuencias de un chisme:
• Generarse una opinión negativa, mala reputación, desprestigio, menosprecio, evitar el saludo, evitar hablarle, rencor, sobre una persona, familia, grupo, institución...etc. al no verificar la veracidad del chisme y creérselo completito.
• Crear problemas en la persona a quien se está dirigiendo el chisme, tales como rupturas amorosas, divorcios, despidos, ser expulsado, perder amigos y amistades, no dirigirles la palabra…etc.
No obstante puede haber “chismes positivos”:
• Cuando te comunican o comunicas alguna noticia de un amigo, familiar o vecino que le ocurrió sin añadir más, algo muy concreto.
• De esta manera te puedes enterar o enterar a otros sin necesidad de tener malas intenciones.
En definitiva, debemos tener mucho cuidado con la información que recibimos o queremos dar. La crítica y la envidia también crean chisme, pues se suele hablar mal o juzgar la apariencia, el trabajo, el credo religioso y hasta la forma de vestirse. En nuestra opinión, lo mejor será evitar todo tipo de calumnia y hablar mal de los demás (chisme) si no estamos enterados lo que realmente está pasando o les esté sucediendo.