Todos dependemos de nuestros sentidos para poder relacionarnos en el medio en que nos encuentremos, y pensamos que estos nunca podrán engañarnos, porque son básicos para poder sobrevivir; lo que no sabemos es que hay distintas circunstancias que provocan que efectivamente nuestros sentidos si nos engañen, de modo que este es el momento para ponerte al tanto de porque a veces los sentidos nos engañan a nosotros mismos.
Ejemplos de circunstancias en donde los sentidos nos engañan:
- Ceguera de movimiento, esto ocurre cuando los ojos eliminan las cosas que no considera tan importantes, los ojos dejan de percatarse de lo que ven a su alrededor, esto es para no sobre estimular los sentidos.
- Los ojos también pueden engañar a nuestros oídos, ya que los ojos arreglan el sonido para que sea congruente con la imagen que perciben.
- La constancia del tamaño en nuestro cerebro suele variar el tamaño de los objetos de acuerdo a la perspectiva, haciendo notar más grande la luna cuando empieza a salir y más pequeña cuando es de madrugada.
- Cuando escuchamos una canción en ingles nuestros sentidos asocian algunas palabras con palabras que conocemos, provocando que nuestros sentidos distorsionen el sentido de la canción.
- Ilusión auditiva suele pasar cuando escuchamos una palabra repitiéndose muchas veces seguidas, la palabra empieza a tomar un ritmo, y cuando la agregamos a un texto nuestro cerebro asocia esa palabra al texto pero con ritmo, a pesar de que sea una lectura fluida, ya que nuestro cerebro almacena el ritmo de la palabra.
- Nuestro cerebro en ocasiones no puede distinguir las partes de nuestro cuerpo, si colocamos 2 manos idénticas, cubiertas por una manta y una de ellas es la tuya, a hora al elegir y verlas tu mente dudara de cuál es la tuya.
- Otro momento que puede realizar que nuestros sentidos nos engañen, es cuando nos sirven la comida en un plato blanco, esta nos sabrá mejor y más rica que cuando la sirven en un plato negro, aunque es la misma.
- La asociación de los sabores también juega con nuestros sentidos, ya que nuestra mente recuerda la forma de los alimentos o las marcas y las relaciona con el sabor, de modo si colocamos un vino blanco asociamos el sabor exacto a este, pero ahora si colocamos a ese vino blanco colorante rojo y lo presentamos a la misma persona, la persona asociara el sabor referente al vino tinto, siendo que es el mismo vino pero con colorante, es ahí donde nuestros sentido nos engañan.
- Etc…
Como acabamos de observar, existen varias formas con las cuales nuestros sentidos pueden engañarnos, algunos de estas ilusiones son debidas a razones evolutivas, para defendernos de una sobre estimulación de imágenes y obtener mayor concentración, de modo que no hay que preocuparse cuando se llegue a pasar por una situación de engaños de nuestros sentidos, pues son algo normal.