Para algunas personas el calcular fechas se vuelve una especie de ejercicio para distraer sus sentidos a la vez que ponen a trabajar su raciocinio, solo en casos muy obsesivos llegan a ser molestos.
Solo en casos de fechas importantes, las personas afectas de hacer cuentas y cálculos, omiten usarlas por ser momentos de suma importancia personal, por lo que estas fechas quedan descartadas.
Obsesión por las fechas:
• Curiosamente este tipo de adictos por las fechas no son gente que destaque precisamente en el área de las matemáticas o de las ciencias exactas, en realidad se trata de una afición que raya en una distracción.
• Se necesita tener una buena memoria, y afición por las ciencias sociales, para interesarse en recordar fechas exactas, acontecimientos importantes e incluso personas con nombre y apellido, ubicaciones, direcciones, números telefónicos y hasta horarios.
• La nostalgia suele ser uno de los motivos para recordar fechas, debido a que se anteponen hechos que fueron especiales, por su particular carga emocional, también se recuerdan personajes entrañables y hasta seres queridos que por distintas circunstancias ya no están presentes físicamente.
• La negación del momento actual es otra razón para tratar de escapar a otras latitudes y tiempos en que tal vez la vida era más fácil o al menos eso parecía.
• La sensación de felicidad momentánea que otro tiempo parece ofrecer, es una invitación para calcular fechas, y también lugares.
• Las fechas son elegidas de acuerdo al estado de animo de la persona, trasladándose cual máquina del tiempo a ese momento, así si se trata de épocas frías se asocia con el calor del hogar en ya no se está, si son calurosas, entonces es posible hacer una retrospección para analizar todo el camino recorrido hasta el momento actual.
• Las fechas asociadas con nacimientos, son recordadas como tiempos luminosos, las que tratan de fallecimientos son asociadas a tiempos malos.