Cuando nos encontramos de repente a alguien que tenía tiempo que no lo habíamos visto, ni saludado, ni marcado por teléfono, ni nada; y que desde aquella salida de la escuela, desde aquel trabajo o desde aquella fiesta no hemos cruzado palabra y ahora lo vemos, obviamente hay que decirle algo; y después del clásico “hola, ¿cómo estás? ya tenía tiempo que no te veía” “dime ¿qué me cuentas de tu vida?” Y entonces aquí ya hay que responder. Por eso aquí están algunas alternativas, es lo más común que suele responderse.
"Pues nada, aquí andamos igual ¿y tú, qué tal? ¿cómo has estado?"
¿Qué responder cuando te preguntan? ¿qué ha sido de tu vida? ¿cuéntame de tu vida?
Lo más normal es responder brevemente, no enojarse y preguntarle lo mismo a quien te hizo la pregunta, aunque hay quien sí opta por contar todo lo que pueda. Si hay tiempo pueden ampliar en lo más relevante, y platicar de todo un poco amenamente:
- Pues nada, aquí andamos igual ¿y tú, qué tal? ¿cómo has estado?
- Pues mira, ahí vamos ahí vamos ¿y tú cómo has estado?
- Bien, bien gracias a Dios ¿y tú qué cuentas?
- Todo bien, mira aquí seguimos trabajando, echándole ganas.
- Pues, termine la escuela, me case, estoy trabajando y aquí estoy ¿y tú que me cuentas?
- Pues mira, felizmente casada(o).
- Pues sin novedades, así estamos.
La recomendación es responder acerca de las cosas buenas que nos ocurrido en la vida, y menos de las cosas desafortunadas. Esto es por el motivo de transmitir “buena vibra” a los demás y a nosotros mismos.