Caminando cierto día una zorra en el campo de un bosque, encontró una máscara, de ésas con las que ellos se cubrían toda la cabeza para representar en el teatro.
La halló tan hermosa, que no pudo menos que exclamar:
Mas metiendo la mano por dentro, añadió:
“pero no tiene sesos”.
"Desde entonces no hay quien le quite a la zorra que hermosura y talento no suelen andar unidos"