Hay familias donde hay alguien que nadie le habla y nadie quiere llevarse bien con ese miembro de la familia. Si estás pasando por esto o sabes de alguien que está pasando por esto no dejes pasar más tiempo, es hora de hacer algo al respecto. Aprendamos esto, recomiéndalo a los demás, así veremos mejores personas, mejores familias y una mejor sociedad.
¿Qué hacer si nadie me habla o nadie quiere llevarse bien conmigo?
Primero: deja de culpar o culparte, quejarte o hacerte la víctima lo que ahorita importa es la cura de raíz.
Segundo: Cree que es posible mejorar esta situación. Pon manos a la obra y pasa de la acción a la práctica.
En seguida:
Hazte una introspección, analízate, se honesto contigo mismo en tus resultados y ten presente que tienes una labor que llevar a cabo a fin de mejorarte a ti mismo.
El sarcasmo, la burla, la irresponsabilidad, la calumnia, el chisme, las ofensas, la falta de respeto, las quejas, la culpa, la tacañería, el pesimismo, las mentiras, las ofensas, etc. son cosas que nos desconectan y alejan de todo lo bueno, de cualquier persona y por supuesto de nuestra familia.
Nadie aguanta mucho tiempo a una persona con esas características y poco a poco cualquiera comienza a alejarse de tal. No hay justificación para esto, tenemos poder de cambiar estas cosas.
Céntrate en adoptar cualidades positivas para tu persona, que estén bien grabadas dentro de ti. Debemos recordar que nuestros pensamientos crean nuestras acciones. Lo que hay dentro de nosotros en lo más profundo es lo que dibuja y traza nuestro comportamiento. Pon tu atención y voluntad en lo provechoso.
Haz el esfuerzo y ten la constancia de ser responsable, alegre, agradecido, empático, atento, educado, respetuoso, diligente, de tener una actitud mental positiva, generoso, optimista, saludar a la familia, tener fe, etc. y verás como todo cambia. Aun así puede haber personas que no quieran hablarte o llevarse contigo, pero eso ya sería cosa de ellos y siempre encontrarías la salida y el buen camino.
Se perseverante en estas cualidades, la luz disipa mucha oscuridad. Si no queremos que nos ignoren, se requiere de un cambio real. Para que nuestro mundo sea mejor, primero debemos cambiar nosotros mismos. Se ejemplo de bien comenzando en familia y aun tus hechos lo conocerán los vecinos.
Te garantizamos que si eres firme y persistente en practicar estas cualidades, tarde o temprano comenzarás a cosechar los frutos. No requieres de tanta ciencia ni tantos misterios sino que está en uno mismo elegir si queremos que nos hablen y se lleven bien con nosotros. No esperes de brazos cruzados, pensando que depende de los demás nuestra relación con la familia.
Es nuestra decisión, está en nuestras manos:
Elige y trabaja en las buenas cualidades. Está en nuestra actitud, carácter, intención, palabras y acciones.
Evita las malas cualidades y cámbialas por aquellas que sirven para todas las áreas de la vida.