SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
La sexualidad debe de ejercerse con responsabilidad y conciencia de lo que se hace, ya que hemos mencionado, no estriba en un acto meramente genital o reproductivo sino que tiene implicaciones más profundas.
Cuando la sexualidad es utilizada de forma irresponsable, puede acarrearnos consecuencias no siempre afortunadas.
En este sentido, es importante reconocer y aceptar el despertar de la propia sexualidad para prevenir y saber qué hacer en caso de afrontar una situación de riesgo o de presentarse algún problema.
MATRIMONIO TEMPRANO
El inicio temprano de las relaciones sexuales entre adolescente puede desembocar en ocasiones en una unión o matrimonio temprano. Aunque la práctica de este fenómeno es menos común (debido al mejoramiento de las condiciones sociales educativas de la mujer) constituye todavía un hecho bastante común entre adolescentes de números países. En el caso de los jóvenes varones, el promedio de matrimonio temprano en esta etapa es por lo contrario muy raro.
Según la Organización Panamericanas para la Salud (OPS), las esposas adolescentes tienden a recibir menos educación escolar, son menos independientes y tienen "menos experiencias vitales y laborales". Además señala que existen innumerables situaciones de riesgo por las que se recomienda que las niñas se casen después de la adolescencia.
Por ejemplo, casadas o no, las adolescentes sexualmente activas corren el riesgo de embarazos no deseados, abortos y enfermedades de trasmisión sexual (ETS), incluida el virus VIH (SIDA).
EMBARAZO DE ADOLESCENTES
La unión o matrimonio temprano se relaciona con los embarazos y partos no planificados y debido al organismo de las adolescentes no está lo suficiente maduro como para tolerar los rigores del embarazo y el alumbramiento, los índices de mortalidad son elevados tanto en las madres como en los recién nacidos.
A partir de un estudio realizado por la OPS, el embarazo no deseado "es uno de los acontecimientos más traumatizantes que le puede ocurrir a una adolescente". Sin embargo, aunque las jóvenes en su mayoría no quiere tener hijos, muchas veces de ellas (15 a 19 años) con su vida sexual activa no utilizan ningún método de planificación.