El conejo de la luna

Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre.

Pero todavía siguió caminando, caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejito que había salido a cenar.

“¿Que estás comiendo?” le preguntó. “Estoy comiendo zacate, ¿Quieres un poco?”, “Gracias, pero yo no como zacate.” Contestó Quetzalcóatl

“¿Que vas a hacer entonces?” dijo el conejito.

“Morirme tal vez de hambre y de sed.”

El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo: “Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.”

Entonces el dios acarició al conejito y le dijo:

“Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti”

Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:

Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.

39 on "El conejo de la luna"

     
  1. cido e creo quemeisollorar iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiooioiooioioooooooooooiiiioiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii 😢☹

  2. Lorenzo Antonio Mendiola Cruz

    Pues si se lo comio, , ese dios ,por eso lo subio hasta la luna,para que una ves ya dandole cuello,nadamas quedaria el recuerdo del conejito en la luna, , y con el peuche que le quito al conejito,el dios se fabrico un calzon, , y pues estubo bien, , el conejo le dijo que selo comiera.

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