Esta disposición debe ser entusiasta pero responsable, alegre pero comprometida, y sobre todo jovial pero prudente.
Esta disposición al triunfo implica el acceder a lograr algo que nadie más se atreve, a rebasar lo hecho por otros, pero sobre todo llegar a otro nivel, por encima de los niveles inferiores.
Consideraciones para triunfar:
• Después de un arduo trabajo, el triunfo es su consecuencia lógica, pero se debiera continuar hasta alcanzar niveles de triunfo permanente, hasta que se convierta en algo común, además de normal.
• Todo mundo le gusta el dulce sabor del triunfo, pero para tener acceso a ese punto, se necesita probar el amargo sabor de la derrota, porque de este modo se podrá asimilar en todos los aspectos al hecho de triunfar y lo que implica.
• No obstante lo que pareciera, el hecho de triunfar implica un gran compromiso hecho con uno mismo para no cejar, primero en alcanzarlo, y en no dejarlo ir.
• En efecto el triunfo fácil, pareciera agradable, pero lamentablemente así como llego de fácil, así también se ira.
La responsabilidad de triunfo:
• Todas las personas tienen esa responsabilidad, ya sea de manera implícita al nacer porque sus padres son o fueron profesionales en sus disciplinas o porque desean superar lo hecho por sus progenitores.
• De cualquier modo, el deseo de triunfo es innato, de hecho el nacimiento mismo es un triunfo equiparable a ganar una carrera atlética, solo que aquí es una carrera de vida, es decir el objetivo no es ganar por encima de los demás sino de triunfar en su estancia en este mundo terrenal.
• El camino está lleno de escollos, no es plausible hacerse de más obstáculos, es decir, aparte de los ya existentes, crearse más por ganar a como dé lugar, no debiera ser así, porque q un camino lleno de amarguras es un camino tapizado de rencores y envidias.
• El triunfo es no generar fricción con terceros, hacerse respetar por la constancia en el camino y sobre todo mantener los pies firmes sobre la tierra, eso por mucho es el verdadero triunfo.
Conclusiones.
• Para ser un verdadero triunfador se necesita más que la pre disposición, es necesario mantener una actitud sensata por el triunfo.