Hubo un día que se encontraban platicando e1 viento norte y el sol, entonces el viento del norte se jactaba de tener mucha fuerza, diciéndole al sol: tengo fuerza suficiente para devastar árboles, destruir casas y hacerlas volar por los aires como si fueran tamo. Nadie podría soporta mi fuerza. Cuando quiero soplar con violencia, todos se tienen que doblegar.
Respondiendo el sol le dijo: Hay numerosas formas de ser fuerte.
En eso estaban, cuando vieron que se acercaba un hombre por el camino y el sol dijo: Hagamos una prueba rápida y fácil. Aquel de nosotros dos que logre que el hombre se quite la capa será el más fuerte.
Muy buena idea, dijo el viento norte. Eso que propones es fácil para mí. Entonces comienza tú, dijo el sol.
El sol se ocultó tras una nube y el viento norte empezó a soplar con fuerza. Se agitó todo alrededor del viajero y el hombre se estremeció mientras los bordes de su capa se levantaban en el aire. El viento sopló con más fuerza, la capa revoloteaba más y más, en un momento pareció que iba a desprenderse y que el viento norte lo lograría. Pero el hombre ajustó más y más su capa a su cuerpo, se envolvió en la capa y caminó agachado enfrentando la fuerza del viento. Mientras más soplaba el viento norte, más fuertemente el hombre ajustaba la capa.
Ahora te toca a ti sol, le dijo el viento norte, veremos si tu puedes hacerle quitar su capa.
Aquí vamos, dijo el sol y comenzó a brillar con algo de fuerza.
El hombre se enderezó y soltó la capa al no haber más viento que le levantaran la capa. El sol continuó brillando más y más, calentando el camino. El hombre sintió los cálidos rayos que le entibiaban el cuerpo. Pronto, se quitó la capa porque hacía demasiado calor.
Viendo el viento norte que el sol logro su objetivo, se fue resoplando, derrotado, y el sol siguió brillando de una manera hermosa.
Moraleja:
Fábula de Esopo El viento del norte y el sol
"Persuadir es mejor que utilizar la violencia"
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Fábula de Esopo El viento del norte y el sol