Un día jugaba Clara con Pipa, la gatita blanca, y Tubo, el perrito con manchas, cuando vio una pequeña nube que les miraba curiosa, escondida tras un árbol.
Entonces Clara la saludó y le preguntó:
¡Hola! ¿Quieres venir a jugar con nosotros?
A lo que la nube le contestó:
¡No sé!... ¡Me da miedo el perro!
Clara le dijo:
¿Quién? ¿Tubo? ¡Pero si es muy bueno! ¡Acércate y lo verás!
La nube se acercó confiada, y pronto rodaron los cuatro por la hierba, entre juegos y risas. La nube sentía muchas cosquillas y varios trocitos, suaves como el algodón, se desprendieron de su cuerpo. Clara tomó uno grande y se hizo una peluca, Tubo jugaba a la pelota, y el resto de la nube paseaba al gato como si fuera un esponjoso cojín.
Jugaron durante toda la tarde, y poco a poco fue anocheciendo. La nube miró hacia el cielo y dijo:
¡Tengo que volver a casa! ¡Se ha hecho tarde!
Clara le preguntó:
¿Vendrás mañana a jugar con nosotros?
Preguntó Tubo moviendo la colita:
¿Guau, guau?
Pipa, su gatita igual preguntó entre sus ronroneos:
¿Miau miau?
Y la nube respondió a todos a una vez:
¡Claro que sí! Si quieres puedo venir todos los días.
Y todos a una voz respondieron:
¡Bravo!
Y daban saltos de alegría. Desde entonces, Clara, Pipa, Tubo y la nube se han hecho muy amigos.
Cuento de Clara y la nube
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SUPER NUNCA LO HABIA LEIDO CHIDO HE