Una pregunta bastante compleja y sobre todo con mucha responsabilidad, es sobre si “vivir con los suegros es malo para el matrimonio”. Y en cierta forma, sí. No es la mejor opción, ya que hay invasión en la privacidad de la vida de ambas partes, tanto de los cónyuges como de la suegra. De ahí que, muchas mujeres se pregunten “¿cómo decirle a mi esposo que no quiero vivir con mi suegra?” vamos al tema.
La suegra opina de la vida de los esposos independientemente si les es o no solicitada su recomendación y no solo eso: busca que se cumpla…
Pero ¿porque es malo vivir con la suegra?
- Malo no en el sentido moral, sino más bien en el sentido práctico.
- Refleja una disfuncionalidad en la relación pareja-suegra.
- Una pareja que no es capaz de separarse de la suegra necesita dejar ese desapego y hacer su propia vida.
- No es posible convivir bajo el mismo techo de la suegra.
- Ya sea que la suegra viva con los esposos o viceversa esto significa problemas de espacio invadido, autoridad cuestionada e inmadurez emocional.
- La suegra opina de la vida de los esposos independientemente si les es o no solicitada su recomendación y no solo eso: busca que se cumpla.
- Los esposos ven a la suegra como la mamá, el detalle es que solo es la mamá de uno de ellos.
- La suegra ve a ambos esposos como hijos con el detalle que solo uno de ellos lo es.
- De acuerdo al temperamento de cada caso un problema puede derivar en una discusión moderada a una con pelea con resultados trágicos.
Consideraciones para no vivir en el mismo domicilio de la suegra:
- En el reino animal la mayor parte de las crías de las distintas especies de animales se separan de sus padres una vez que son capaces de volar, nadar, correr, cazar y cuidarse a sí mismos lo cual pasa pronto.
- Es irónico que el ser humano llegue al punto de vivir solo o con su pareja bajo el mismo techo de los suegros porque son relativamente incapaces de cuidarse de sí mismos.
- Aunque sea un espacio pequeño, con un ingreso modesto pero el vivir solos es más grato que vivir en un lugar con las discusiones a la orden del día.
Sin embargo:
- Cuando las circunstancias no lo permitan, pues tendremos que recibir o ir a vivir con la suegra (os).
- Lo ideal sería en estos casos, llegar a acuerdos que no afecten a ambas partes y sobre todo mantener el respeto mutuo. La sinceridad y la verdad serán indispensables para sobrellevar las cosas.