Uno de los aspectos más importantes al momento de decorar tu nueva casa es contar con una excelente iluminación. Para ello, lo ideal es combinar la luz natural que entra por las ventanas con lámparas y spots ubicados, principalmente, a ras del techo. Esta fusión creará una multitud de reflejos que jugaran con los ambientes, especialmente donde predominen los detalles en cristal y metal.

Tener muchas ventanas permite la entrada de abundante luz natural, de manera que el recinto siempre se percibirá más amplio de lo que es en realidad. Si requieres cortinas, busca telas delgadas.


Los muros abiertos juegan un papel importante porque visualmente brindaran mayor iluminación y fluidez al momento de comunicar cada una de las estancias. Además, pintarlos de blanco y optar por estantes, libreros y paredes en ese mismo tono creará un efecto de luminosa amplitud.


Y para que la casa no resulte tan fría, o completamente invadida por el estilo minimalista, no hay nada mejor que aplicar, en algunas superficies, algún color llamativo y refrescante como el amarillo, el verde lima, el naranja, el azul e, incluso, el vibrante rojo.


Recurrir a alguno de estos tonos en toda una pared, o cubrir con diminutos azulejos ciertas zonas de la cocina o el cuarto de baño, evocara la sensación de alegría y bienestar. ¡No dudes en utilizarlos y combinarlos con paredes lisas!.


En cuanto al piso, la madera y el concreto al natural serán los mejores aliados. Si pretendes tener un sitio más acogedor, ayúdate con un tapete, pero cuida que no sea muy grande, pues te restaría espacio visual.