Puedes llegar a ser una mujer o un hombre de fe en todas partes y sin tener que estar cambiando o transformándote. Siempre podemos demostrar la fe en Dios y no tienes (ni debes) que cambiar varias veces al día de “persona con fe” a “persona que quien sabe si tiene fe” porque favorece o no el lugar, las personas o circunstancias que nos rodean. La fe se lleva a todas partes y en todo momento, veamos cómo podemos poner en práctica nuestra fe, y se pueda decir una mujer de fe, un hombre de fe.
La prueba más grande de la fe es cuando el Creador no te da lo que deseas y a pesar de eso tú continúas dándole las gracias. No hay motivo para quejarse, culparse, justificarse sino que con amor aceptas la dirección de Dios en tu vida y continúas dándole las gracias por todo
¿Cómo debe ser la vida diaria de una persona de fe?
Primero desarrolla una conciencia espiritual, es decir, cree firmemente que es el Creador es quien dirige y controla todo lo que pasa en el mundo y en nuestra vida de forma colectiva e individual. No hay dos dioses, que uno quiere ayudarte y el otro te mete en problemas y te hace la vida imposible. Es Dios que hace todas las cosas (Génesis 1:31a y Apocalipsis 4:11) y si permite eventos que no van de acuerdo a nuestro agrado, sin duda porque eso es para nuestro bien (Romanos 8:28). Ves como ya desde aquí ya demuestras que tienes fe en Dios y esto es la vida diaria. Pero créelo y grábalo en tu corazón, no sea que después razonas: “Pues la biblia dice una cosa pero la realidad es que las noticias, los rumores y mis parientes dicen otra”.
¿Cómo demostrar que tengo fe en Dios?
Hay muchas maneras diarias de poner en práctica nuestra fe, pero en esta ocasión nos enfocaremos en una forma especial, maravillosa y práctica de cómo se manifiesta y se logra tener fe, una persona (hombre o mujer) creyente estando en casa, en el colegio, con tus amigos, en el trabajo, etc. Con la ayuda de Dios y con las tres reglas de la fe es posible.
Un ejemplo de vivir sin fe: Vives SIN fe SI te autoculpas o culpas a otros porque te equivocaste de número de camisa, te cerraron la puerta, por perder tu celular, te regañaron, por quemar la comida, te hicieron una broma pesada, etc.
Las tres reglas (o niveles) de la fe (para llevar una vida diaria de fe):
1)“Así el Creador quiere”: La firme creencia y sin vacilar que todo lo que nos pasa viene de Dios de forma personal, aun en las cosas más mínimas e insignificantes.
2)“Todo es para bien”: La creencia firme que es la dirección de Dios es completa y dirigida para bien. Todo lo que nos ocurre y ocurrirá es para bien.
3)“¿Qué quiere el Creador de mí?”: La firme creencia que hay un propósito determinado en cada cosa que el Creador hace, y por lo tanto, el hombre debe buscar cómo conocer y conectarse al Creador en TODO lo que le sucede.
Es importante mencionar que estas tres reglas o niveles, en realidad son una sola cosa ya que la fe es una. Recuerda que para que podamos poner en práctica nuestra fe es necesario que creamos firmemente que todo lo que sucede, sean cosas espirituales o materiales (naturaleza, personas o uno mismo) todo proviene de la Voluntad Divina, es decir “así el Creador quiere”.
Aún hay más de cómo se manifiesta la fe en una persona creyente:
Es imposible decir tengo fe si nunca se estudia su palabra (y menos si nunca la has leído de tapa a tapa), si tenemos fe en Dios hay que conocerle leyendo su palabra y actuando de acuerdo a ella (Santiago 1:22-25). Se debe trabajar en guardar la unidad (Efesios 4:3-4) Es importante amar a nuestra familia y siempre tratar de llevarnos bien con nuestros semejantes. Esfuérzate en ser agradecido en todo y con todos, y mantén la alegría (1 Tesalonicenses 5:16-18). Un hombre de fe corrige sus pensamientos y acciones, y se esfuerza en rectificar aquello que ha hecho mal.
Si te va bien alégrate, agradece y bendice a Dios por ello, pero la prueba más grande de la fe es cuando el Creador no te da lo que deseas y a pesar de eso tú continúas dándole las gracias. No hay motivo para quejarse, culparse, justificarse sino que con amor aceptas la dirección de Dios en tu vida y continúas dándoles las gracias por todo, porque “eso es lo mejor para mí”.
Hay mucho más para comentar acerca de cómo se manifiesta la fe en las personas. Hoy recuerda trabajar individualmente tu fe en Dios, si un día “te va mal” levántate y no dejes de perseverar y de esforzarte. No dejes que tu mala inclinación te engañe: “ya fallaste ya no te ama Dios”, “para que busco a Dios si todo es igual”, “nunca podré cambiar” “mira como todo va mal”, etc. Ten fe en Dios que todo es para bien y verás que todo saldrá bien, ve las cosas desde una perspectiva diferente y siente la forma en que el Creador se comunica contigo. Todo es para bien.