Cierto día, en una granja, mamá pata vio que entre sus hijitos, que apenas roto el cascarón, había uno que era totalmente diferente a los demás.
Entonces le dijo una amiga a mamá pata:
¡Caramba! Este chiquilín no se parece a ti.
Los días pasaron y las demás patas de la granja les decía a sus hijos:
No se junten con ese patito feo.
Y aquel patito diferente a los otros se puso triste y decidió irse.
Entonces el patito muy triste se marchó, mientras su mamá le decía:
Adiós hijo mío, te extrañaré.
Y el patito mientras se marchaba, dijo muy triste:
Adiós, quizá algún día regrese, no lo sé.
Después de haberse marchado, el patito llegó a una laguna, una rana le miraba y le dijo:
Tú eres un ave y debes de emigrar, irte a otro lado lugar, porque el invierno no tarda en llegar.
A lo que el patito le contestó: Yo nací en una granja y de emigrar no sé nada.
El tiempo pasó y tal como dijo la rana, el invierno pronto empezó y el pobre patito se helaba y decía:
¡Brrr! Qué frío más espantoso hace. Lo mejor es que me apresure para llegar a algún refugio.
Mientras caminaba se percató de cerca había una granja.
En aquel lugar encontró una vaca, un burrito, un caballo y un perro que oyeron al patito contar su historia:
Entonces el perro preguntó:
¿Y por ser diferente no te quisieron? Qué ingratos los patos.
El invierno pasó y de aquellos buenos amigos que encontró se despidió aquel patito feo, que ya no lo era. Había crecido convirtiéndose en un ave hermosa, aunque él no lo sabía.
Una noche en el lago vio a unas aves preciosas que estaban llegando. El andaba ahí tratando de nadar.
Entonces él pensó:
Deben ser cisnes.
Pues su amigo perro le había dicho que esas aves llegarían muy pronto.
Entonces él dijo con admiración:
¡Qué bellos son!
Luego miró su reflejo en el agua y exclamó admirado:
Yo soy como ellos. ¡Soy un cisne!
Entonces lo que había pasado era que el huevo que había empollado mamá pata era de cisne y había rodado accidentalmente de su nido hasta la granja.
Cuando los patos que lo despreciaron lo vieron convertido en un precioso cisne, le pidieron perdón y mamá pata lo abrazó con sus alas llena de emoción.
el cuento proyecta la realidad
Hay soy fanatika de patito feo y me enkanta antonellla ......bueno me despido...bay...
jajajaja ME GUSTA PATITO FEO