Algunas veces, el trabajo diario y el ritmo de vida actual impide a los padres puedan pasar con sus hijos todo el tiempo que desearían, de ahí que les cueste negarles cosas en ese corto espacio de tiempo que están con ellos.Paralelamente los niños van creciendo y son cada vez más picaros. Entre los 3 y los 5 años comienzan a probar de forma consciente hasta dónde pueden llegar, quieren saber cuáles son sus límites. Y dichos límites deben fijarlos padres y educadores. Si no existen limites, pueden convertirse en niños que hacen lo que quieran y tienen dificultades para relacionarse con su entorno y adaptarse a las normas a las que tienen que enfrentarse cada día en el colegio, en el parque, en casa...
Algunos padres intentan evitar conflictos dando siempre a sus hijos lo que quieren, pero esa no es la postura correcta. Para crecer y desarrollar una personalidad propia los niños necesitan saber que no pueden tener siempre lo que quieren en un momento dado y que a veces hay que esperar para tener lo que uno desea.
El niño que insulta busca salirse con la suya y eso es precisamente lo que nunca debes consentirle, tu debes de dominarlo a el o ella y no el o ella a ti, si pasa eso será difícil que te vuelvas a imponer sobre él.
Si empieza a hacer sus berrinches, se comprensiva y ayúdale a entender lo que le pasa. Debes de ignorar sus palabras y cambiar de tema. Pues esta forma es más efectiva de disuadirle. El insulto tiene el objetivo de llamar tu atención. Si no lo consigue, le estarás obligando a cambiar de estrategia.
Háblale de tus propios sentimientos para que entienda que estás molesta. De esta forma tu hijo captará mejor tu descontento.
Usa expresiones alternativas al "no". No hace falta que le des un si, puedes decirle de una forma sutil el no.
Debes de utilizar el sentido del humor, una carcajada, una sonrisa o una broma pueden relajar una situación tensa.
No grites ni te alteres pues así te estará ganando la partida. Evita la confrontación y continúa con lo que estabas haciendo.