Si no sabes controlar su comportamiento, sientes ya no poder aguantar y no sabes qué hacer te presentamos algunos consejos para mejorarlo.

Felicítalo cuando se lo merezca

En lugar de criticar su comportamiento, es mejor reforzar el buen comportamiento con felicitaciones y recompensas, claro cuando lo merece. Busca y escoge una frase, utilízala de forma consistente, como por ejemplo: ¡bien hecho! o buen chico, al pronunciarla, mírale a los ojos y ofrécele una gran sonrisa.

Las felicitaciones son una gran recompensa y aparte atraes su atención. Para lograr mayor impacto añade un gesto. Incluso cuando tu niño no pueda oír lo que dices, puedes indicarle con gestos si se está portando bien.

Escúchalo

Cuando esperas que tu niño te preste atención, lo logras pero cuando intenta que le hagas caso, en ocasiones tú le ignoras porque estas “demasiado ocupada”. Recuerda tu niño aprende por imitación, así que si le ignoras, después no pretendas que él no haga lo mismo contigo.

Si quieres que te escuche, tu primero debes de escucharlo: es la primera regla de comunicación. Si próxima vez te pida algo, no contestes “ahora no, cariño”. Por lo menos dedícale cinco minutos y te dejará tranquila.

Dale ordenes simples

Nunca le pidas que: Se lave las manos, pero antes se cambie de ropa y después vaya a ver los demás para ya comer, sorpresa pese a que parecía algo sencillo, pues no lo fue y lo encuentras en el mismo lugar.

Quizá tus órdenes son demasiado complicadas para él. Para su corta edad de tu niño es aún difícil procesar frases con estructuras múltiples. No puede recordarlo todo, y por lo tanto al final acaba no haciendo nada.

No le pidas que lo haga todo a la vez, lo mejor es que dividas las órdenes en frases simples para que haga las cosas de una en una, quizá te parezca que así va a tardar mucho en conseguir que haga lo que le pides, pero ten por seguro que de esta forma será más efectiva.