En este mundo no hay nadie que pase por desapercibido, claro no me refiero a que todos sean grandes estrellas de la fama, simplemente es que no hay nadie que se escape de la sociedad. Pero claro hay de todo, pero lo que más sobresale son las diferencias que tiene uno, hay positivas y negativas.

Ser alguien en negativo es desperdiciar el tiempo y renunciar a tu derecho a progresar. Cabe aclarar que no es estar trabajando ni quemándote las pestañas estudiando todo el tiempo. Pero tampoco caigas en la más vil, ni avientes todo a la ventana por un mundo de las drogas, o del alcohol creo que esa no es una buena solución.

No arruines tu vida siendo una persona con puntos negativos, como los que ya se mencionaron, tampoco no te quedes estancado en el mismo lugar sin progresar.

El mayor logro de una persona es ser feliz y tener lo añorado, claro no lo consigues tu solo, siempre necesitarás ayuda la cual debes de retribuirla.

¿Pero entonces como ser una persona positiva?

Ser alguien positivamente es estar consciente de tu propio valor como persona, consciente de que eres irremplazable, de que solamente hay un tú en todo el mundo.

Que lo que tu hagas, las ideas que nazcan de tu mente, los objetos o trabajos que salgan de tus manos, nadie más que tú va a poder tenerlos, o hacerlos. Pero en ciertos momentos si necesitarás ayuda para lograrlos pero la idea principal es que seas tú el motor de todo esto.

Otros puntos de ser positivo es que siempre mira hacia adelante planeando tu camino. Tener expectativas, planes, anhelos, esperanzas. Es saber lo que quieres hacer y aqué quieres dedicarte. Es ubicar su meta y trabajar en ella desde ahora. Es cumplir con tus obligaciones, y al mismo tiempo disfrutar sanamente de tus placeres. Es utilizar tu raciocinio humano y hacer a un lado tu instinto animal. Es sensibilizarte al mundo que te rodea,es buscar tu propio cambio y luchar por él con inteligencia.

Es saber que dependes enteramente de ti. Así que tienes en tus manos nada menos que tu vida. ¿Qué vas a hacer con ella? En eso consiste la máxima libertad, pero también la responsabilidad máxima.

Tú eres responsable de tu propia vida. Y esa vida debe estar orientada a la felicidad duradera. De esa felicidad que te hace sentir que realmente importas, y que estás siendo capaz de ganarte, no solamente un buen lugar en el mundo, sino tu propia trascendencia como hombre.