Tener un problema y no nos consideramos parte de él, no podremos encontrar la solución, ya que no podremos ver nuestros propios errores para modificarlos.
Esta visión, que contempla a ambas partes de la interacción en juego, nos permite ver nuestros propios errores (no solo los del otro) y aprender de ellos para que, la próxima vez, podamos actuar de una manera diferente que nos acerque a los resultados deseados. El error nos abre las puertas del aprendizaje.
Cómo es el ser parte del problema y la solución
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