En pocas palabras, es el que al hacer un pacto con la mamá, decide trabajar en casa, utilizando parte de su tiempo en las actividades del hogar. Entonces el papá reparte su tiempo entre la casa, la chamba y los hijos.
En el mejor de los casos el papa es tan disciplinado que respeta un horario de trabajo, de manera que tiene organizadísima la horas en que los niños van a la escuela, la mamá sale a trabajar y el comienza su actividad laboral.
Consecuencias: No es raro ver a un papa desesperado tratando de apaciguar al hijo que no tuvo clases y que esta jugando alrededor del escritorio en donde el trata de hacer ese presupuesto que tiene que entregarle a su jefe en dos horas.
El trabajo se va atrasando, las actividades de la casa se quedan a medias y papa, sin duda, cree que se esta volviendo loco.
Tratamiento urgente: El papa que quiere trabajar en casa puede lograr una buena organización si mamá y el negocian las responsabilidades y actividades tanto de la casa como dela formación de los hijos.
El resultado es que pasaran más tiempo de calidad con los niños, serán un ejemplo a seguir en cuanto al trabajo en equipo, desarrollarán mas habilidades y, sobre todo, gozaran mas el espacio (casa) que comparten en familia.
Es indispensable para estos casos no olvidarse de tener un espacio para si mismos; es decir, una cosa es que trabajen en la casa y otra que no tengan ni un minuto para estar solos. Papá: debes tener una actividad únicamente para ti, porque correrías el riesgo de ahogarte en tu propio hogar.