Cada vez hay más hombres que disfrutan plenamente del hecho de ser padres, muchos de ellos luchan para no caer en los patrones de conducta "asignados" y, probablemente, con los que vivieron
¿Quién no se conmueve al ver a un papa dándole de comer a un niño, cambiándole el pañal, jugando a las muñecas con su hijita, durmiendo al bebé sobre su pecho?
¿Quien no ha deseado un papa que juegue futbol, que se moje bajo el agua que riega el parque o que corra a toda velocidad para llegar a la resbaladilla a la que su hijo se quiere subir?
Es que ser papa va mas allá de ser el que provee, quien lleva el dinero a casa, quien regaña con voz gruesa o quien cambia los focos fundidos. Los papás mas padres son los que se involucran cada día más en el desarrollo y educación de sus hijos, quienes van a la escuela por ellos o asisten a las juntas con los maestros; son aquellos que platican de cuando eran pequeños y escuchan maravillados a sus hijos cuando les cuentan sus aventuras.
También son los que aplican disciplina y los que, junto con mamá, comparten el placer de verlos crecer.
De estilo a estilo
Cada día hay más hombres que están listos para NO SER un personaje más de la siguiente lista:
El papa trabajohólica
El que trabaja 24/7, si puede regresa a comer apuradísimo, no resuelve asuntos de la casa (tipo plomería, travesuras de los niños, asuntos emocionales) ni tampoco sale a andar en bici con los chavos los domingos, ni revisa que las tareas de los niños estén listas y adecuadamente hechas; mucho menos va a la papelería por la estampa que a última hora recordó su hijo que necesitaba para la clase de mañana.
Consecuencias
: poco tiempo para estar con sus hijos, jugar y conocerlos. Pierde alegrías, sorpresas, descubrimientos y simplemente se trasforma en un ser poco cercano que no provoca confianza. Un día despierta y los pequeños ya son grandes, desconocidos y se van a hacer su propia vida.Tratamiento urgente
: Aunque llegues muy cansado por haber trabajado 12 horas, no permitas bajo ninguna circunstancia que eso te haga perder minutos de gozo con tus hijos. Quizá no tengas mucha energía, pero no se trata de que juegues luchitas eso déjalo para el domingo, sino de que tengas interés en divertirte con ellos.Así como le pones TODOS los kilos a tu trabajo, haz lo mismo con tus hijos. En serio, además, piensa en que te cargan de energía y son mas remunerativos que un bono de productividad porque te dura el gusto toda la vida y, sobre todo, estarán trabajando en ser felices juntos.