El mejor método para controlarse es pensando que todo va a salir bien, máxime si se está preparado para realizar una presentación frente a otras personas, que lo mismo pueden ser un puñado o miles, la mentalidad enfocada al buen resultado es un buen calmante.
Recomendaciones para no perder el control ante una presentación:
• Prepararse arduamente los días previos a la presentación u evento.
• No dejar ningún cabo suelto de dicha presentación.
• Una mala presentación podría derivar en el nulo interés del proyecto, arruinando todo el esfuerzo y dedicación.
• Los nervios son parte de la naturaleza humana, el día que ya no se sientan nervios, entonces se ha dejado de ser humano.
• Solo en el caso de presentar el proyecto de manera incompleta, es entonces que los nervios se incrementan, ante tal perspectiva es mejor presentarlo posteriormente o suspender la presentación.
• El utilizar agentes externos como paliativo de la situación puede complicar la presentación, porque el cuerpo en sí mismo posee el suficiente control de sus emociones y no es necesario ocupar ningún calmante extra, salvo que se padezca alguna enfermedad nerviosa.
• Sustancias como el alcohol, el cigarro, drogas y cualquier otro tipo de artificio no son lo suficientemente poderosas como para controlar por si mismas la situación.
• Ningún calmante es tan efectivo que pensar de manera positiva.
• La mentalidad debe enfocarse a creer en las cualidades personales.
• La mente humana es una poderosa arma contra los nervios.
• Si se cree firmemente que la situación está controlada, además que se tiene la preparación técnica suficiente, entonces no hay motivo para que el nerviosismo prevalezca.
• No hay ningún pretexto valido para fallar ante un proyecto, no al menos por culpa del nerviosismo.
• El autocontrol, la voluntad férrea y la disciplina son las aliadas más efectivas en contra de los nervios problemáticos.