Cuento de la casa negra

La abuela de Carlitos, rodeada de niños, les cuenta muchos cuentos.


Carlitos le dice:

¡Abuela! ¡Cuéntanos la historia de la Casa Negra!


Otra niña llamada Rosi le dice:
Si, la casa que está al final de la calle


Suspirando la abuela les dice:
¿La casa Negra? ¿Quieren saber por qué se llama así?


Todos los niños respondiendo:
¡Sí! ¡Cuéntanoslo!


Entonces la abuela comenzó a relatar:
Hace muchos años que era una preciosa casa de espejos y cristales que reflejaban la luz del sol.


Jamás se supo a quién pertenecía y nunca se vio a nadie entrar o salir de ella.


Pablo interrumpe preguntando:
¿Y todas las paredes eran de cristal?


A lo que responde la abuela:
¡Casi todas! De cristales con todos los colores que puedes imaginar... Pero un caluroso día de verano el reflejo del sol fue tan fuerte que la casa se incendió.


Dicen que el humo no era negro, sino de colores y subía y subía hacia el cielo como un arco iris.


Los niños miraban en silencio a la abuela prendados por la historia.


Y dijo la abuela:
¡Y eso es todo! Cuando el fuego se apagó, la casa quedó tal y como está ahora: negra como el carbón.


Preguntando Carlitos:
¡Abuela! ¿Nos contarás mañana otra historia?


Respondiendo la abuela:
¡Claro! ¡Y ahora pueden ir a jugar!

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