10 chistes chistosos:

1. En un antro, un chico ve a dos chicas, una fea y la otra guapa, se acerca y le dice a la bonita: “¿bailas?” ella responde: “¡Sí!”, pero y ¿Quién saca a mi amiga? El contesta y dice: “eso no es problema... ¡seguridad!

2. En una residencia, el patrón esta que se frota las manos de alegría, ya que su sirvienta, una campesina, va a hacer el amor con él; este le dice: ¿Qué quieres a cambio de tu virginidad? Y ella responde: “una Flor”. Piensa el patrón: “¿una Flor? Qué barato me salió”. Y le pregunta: “¿Qué tipo de flor quieres?”. La campesina responde: Una Flor Esplorer, como la de mi patrona.

3. Una señora con sobrepeso va al doctor, ya en la consulta este le dice: “es indispensable que se ponga a dieta para bajar de peso, por lo que a partir de hoy solo comerá verduras y agua. Y la señora pregunta: “¿Y eso a qué hora me lo tomo antes o después de las comidas doctor?”.

4. Un gato persigue a dos ratones. Uno de ellos ya cansado y fastidiado se para y le grita al gato: ¡Guau! ¡Guau! Y este asustado se aleja corriendo. Entonces este ya más tranquilo le dice al otro ratón: ¿Te das cuenta la importancia de saber idiomas?

5. Entre un señor a un restaurante, el mesero se acerca y le pregunta ¿Qué va a tomar el señor? Una tortilla por favor. ¿Cómo la quiere francesa o española? Como sea “La quiero para comérmela no para platicar con ella”.

6. Un osito iba caminando alegremente, no se dio cuenta que había una cáscara de plátano sobre el camino, la piso, se resbalo y se pegó… ¿Te dio risa? ¡Al osito tampoco!

7. Una esposa le comenta a su marido: Mi amor ¿Ya viste lo tierno y cariñoso que es el nuevo vecino con su esposa? ¿Ya viste como la besa y la acaricia? ¿Por qué tu no haces lo mismo? El marido responde: Ay mi amor, porque yo casi no la conozco y le hablo.

8. Va un tipo a pedir trabajo y le preguntan: dígame su nombre, a lo que responde –PepepepedroPepeperez- perdón, es usted tartamudo, -No, el tartamudo era mi padre y el del registro civil ¡un desgraciado!-

9. Había una pareja de esposos y cada vez que el marido ocasionaba problemas, la esposa lo ponía en su lugar a golpes. Un día ya cansado este se dijo “esta mujer me las va a pagar”. Así que se metió en una escuela para aprender karate. Después de cierto tiempo, un día llega a su casa, abre la puerta de una patada y le grita a su mujer: ¡Yaaa! Ella furiosa, se levanta y lo agarra de su camisa y le pregunta: ¿Ya qué? Y él contesta: Ya… ya llegue mi amor.

10. Por la mañana en la casa de un matrimonio, a duras penas se puede levantar el esposo y dice: “caray, pero si todavía sigo borracho de la fiesta de anoche”. Le dice a su esposa: “voy a llamar al trabajo y reportarme enfermo”, a lo que la esposa enojada le dice, “pero eso es mentira”. No mujer no es mentira, ¡El alcoholismo es una enfermedad!