El enojo es un sentimiento de molestia que puede ser variable, algunas personas se enojan más y otras menos, algunas personas son más vulnerables al enojo. También el enojo suele acompañarse de cambios o expresiones psicológicas y biológicas. El enojo surge por varias razones, aunque muchas de ellas posiblemente no sean para enojarse tanto. Cabe preguntarse si existe un límite de enojo, o un punto hasta donde es bueno enojarse.

Enojarse seguramente tiene su parte positiva, pero como prácticamente todas las cosas, tiene ambas caras de la moneda. Enojarse también tiene su lado negativo, y es precisamente lo que justamente hoy vamos a saber hasta dónde enojarse.

Entonces ¿hasta dónde enojarse? hasta antes de añadir otros males (los cuales pueden ser diversos). Enojarse hasta antes de empeorar la situación…

¿Hasta qué punto podemos enojarnos?

Existe un límite, ese límite es cuando ya nos puede acarrear otras consecuencias u otros males a todos o a uno mismo:

• Por ejemplo: me enoje con mis hijos, ya los regañe, ya exploté. ¿cuál es el límite en este caso, hasta dónde podemos enojarnos? es cuando ya no sea para educarlos.
Porque ahora ya estaría peor la situación: enojados, dañados, heridos, humillados o hasta en otro tipo de problemas.
• Otro ejemplo: te ocurre un incidente y te enojas ¿hasta dónde enojarse? Hasta donde la situación se pueda empeorar en lugar de buscar solucionar.

El enojo solo debe ser hasta el punto donde se vacié el sentimiento, pero no más. Porque más enojo es un factor latente a empeorar todo, en lugar de mejorar o buscar soluciones, más se empeora.

Entonces ¿hasta dónde enojarse? hasta antes de añadir otros males (los cuales pueden ser diversos). Enojarse hasta antes de empeorar la situación.

Cabe mencionar que no es buena idea y ni hay algún mérito en enojarse o en ser enojón, realmente no se gana nada, eso es un síntoma de inseguridad misma y de altivez (porque todo debe salir como uno desea, es decir: sino salen las cosas como yo pienso entonces me enojo).

Si en definitiva no puedes controlar tus arranques de enojo, aunque lo intentes, debes darte prisa a buscar ayuda para tratar ese problema. No solo te afectas tú mismo, sino también a la familia y al entorno social. Y ni mencionar que algo grave ocurra, así que, si te enojas bastante, piénsalo bien y cálmate.