La pérdida de un ser querido es una situación dolorosa y difícil de aceptar. Aprende a afrontar esta realidad y ayuda a otros a pasar por el duelo.


Muchas veces en un velorio decir “lo siento mucho” o “mi sentido pésame” queda uno bien librado, a decir verdad es que no tienes la menor idea de dolor que experimenta quien pierde un ser querido.

Pues se mezcla la desesperanza, frustración, ira, culpa, agotamiento e incredulidad, resultado, quizá, de no entender como el mundo sigue girando y la gente divirtiéndose, mientras esa persona ya no está. Lo que sí es cierto, es que mientras uno tenga vida sobre esta tierra siempre habrá pérdidas que enfrentar.


El duelo o la pérdida de un ser querido es un proceso difícil, se complica todavía más porque la gente está sumergida en una sociedad a la cual se le entrena para ser exitosa, pero nunca está preparada para enfrentar una pérdida.


Es indudable que la mayoría de personas siempre evaden todo lo relacionado con tristeza o muerte. Puede que se deba a la incomodidad que les genera ya que se trata de un recordatorio de la propia mortalidad.


Algunas personas prefieren decir “yo a velorios y a hospitales no voy porque no me gustan”. La pregunta es entonces: ¿A quién le gusta? Creo que por lógica a nadie, pero el duelo no es una elección en la vida, sino una apuesta segura. Nadie puede decidir en qué momento perder un ser querido; pero sin embargo, es algo que tarde o temprano sucederá.