En la vida no se puede tener el escenario completo de nuestra vida, no podemos entender lo que nos pasa, ni siquiera cuando nos va bien. Lo principal es mantener estable en nuestras emociones, ya que nosotros somos los responsables de controlarlas, por lo tanto, enfócate en estudiar, aprender y poner en práctica cosas buenas y positivas; y aparta aquellas de tu mente y ser lo que no es deseable, y no alimentes lo negativo. Lo que sabemos y guardamos dentro de nosotros nos hace sentir que esto “está bien” o “aquello mal”, “esto sí” y “esto no”.

Todo sale mal en mi vida, siento que todo me va mal en la vida

¿Por qué a veces sentimos que todo nos sale mal sin saber?

• Porque es necesario que así sea, somos humanos y es normal, la vida es dinámica, sentimos que todo nos sale mal porque olvidamos o falta concientizar acerca de cómo funcionan las cosas.
• Sentir que a veces todo nos sale mal es bueno en su momento porque indica que hay que perseverar, crecer y mejorar personalmente, cambiar de rumbo, buscar desbloquearse, detenerse y pensar, pensar con fe y una actitud mental positiva. Lo que miramos y sentimos es siempre una interpretación de la mente. Debemos de enseñar a la mente a interpretar lo que vemos.

Así que, trata de mantener la calma y ten confianza, aquí es donde hay que emplear con todas nuestras fuerzas el poder que tenemos y a voluntad propia salir de aquello que lentamente nos arrastra hacia la profundidad de la desesperación, el desánimo, la negatividad, el llanto gratuito, etc.

Porque a veces es necesario sentir que todo nos sale mal:

• Todo lo que nos pasa es para nuestro bien. Es bueno para nosotros como personas de manera individual, para salir del letargo mental y espiritual.
• Esta es la oportunidad de cultivar la perseverancia, valorar lo que tienes, corregir el rumbo, mejorar los pensamientos y acciones, buscar lo más importante del sentido de la vida, ser una persona muy valiosa.
• También sirve para agradecer la oportunidad de crecimiento personal.
• Sirve para saber que lo bueno está reservado para aquellos que verdaderamente poseen un deseo de lograr altos objetivos. Y para esto, hay que intentarlo y seguir intentándolo con fe y una actitud mental positiva. Recordemos que el fracaso asola a aquellos que se resignan a él con indiferencia, el fracaso no vence sobre la perseverancia.
• Y como resumió esta verdad el autor de autoayuda: cada adversidad cada fracaso cada dolor (lo que nos sale mal) lleva consigo la semilla de un beneficio igual o mayor. Dirige tus pensamientos con una actitud mental positiva para controlar tus emociones y encauzar tu destino.