Las pequeñas cosas que pasan cada día, como impulsoras de las cosas grandes de toda la vida. La idea generalizada es que los grandes proyectos requieren de grandes inversiones de tiempo y dinero para lograr establecerse, lo cierto es que son los detalles más mínimos los que le darán forma, es más, son imperceptibles pero ahí están.

¿Qué detalles mínimos son importantes para levantar grandes cosas?

Así como los pequeñísimos clavos sostienen gigantescas estructuras, así son los distintos factores que sostienen grandes proyectos.

En ausencia de estos, se puede considerar perdido de antemano el proyecto por lo blandengue de su construcción.

Cosas tan mínimas que a veces son pasadas por alto, por considerárseles sin importancia, son las que establecen la diferencia entre triunfar o perder.

No existen puntos intermedios que salven la falta de éxito, solo detalles pequeños que levantaran esa gran estructura alicaída que no fue bien diseñada desde principio.


Algunos de esos detalles mínimos son:

1. La puntualidad: es la mejor forma de demostrar que se tiene interés por un proyecto.

2. El compromiso: es cuando no se piensa en otra cosa más que en ese proyecto.

3. Interés: se demuestra de todos los modos posibles.

4. Seriedad: no se mezcla lo personal con lo profesional.

5. Disciplina: siempre dispuesto a ejecutar cualquier iniciativa del proyecto, del mejor modo posible y sin dilaciones.


No faltará quien piense que son cosas que se pueden solventar al paso, pero lo cierto es que si no están presentes desde el principio, entonces, no puede haber progreso en proyecto alguno, porque siempre estará faltando uno o varios ingredientes esenciales.