Las promesas al ser rotas de manera voluntaria son en pocas palabras fastidiosas, por la falta de seriedad e inmadurez de quien las hace, lo mejor es no hacer ningún tipo de promesa.
Tipos de promesas rotas usualmente:
• Prometer llegar temprano a una cita personal o de trabajo.
• Prometer no volver a decir malas palabras ni en público ni en privado.
• Prometer no ingerir bebidas alcohólicas en exceso o drogas.
• Prometer asistir de manera regular a algún templo o iglesia de alguna religión.
• Prometer regalos inalcanzables e imposibles de conseguir.
• Prometer por enésima vez no volver a olvidar alguna fecha en especial (aniversario, cumpleaños, etc.)
• Prometer aprender alguna disciplina o carrera curricular.
• Prometer dejar algún tipo de muletilla o defecto al hablar.
• Prometer no volver a prometer nada que no vaya a cumplir.
Consecuencias de faltar a las promesas hechas:
• Falta de credibilidad y confianza.
• Ser tomado a la ligera.
• Ser llamado despectivamente con apodos que denotan su falta de palabra.
• Ser marginado de oportunidades de trabajo o personales.
• No ser solicitado en ningún trabajo o empleo por su falta de honorabilidad.
Conclusiones:
• La falta de palabra de cualquier persona, es sumamente molesta, porque en apariencia, no le importa romper las promesas hechas, lo cual es una falta de respeto hacia quien cree en esa persona, y que al final queda un agrio sabor a burla el cual muchas veces no puede ser limpiado ni con la más sentida de las disculpas.
• Existen tratamientos y ayuda psicológica para corregir ese tipo de actitudes, pero el primer paso de la persona en cuestión es admitir que tiene un problema con hablar demasiado y no cumplir sus promesas, la voluntad de corregirlo es lo más importante para sanear su situación.