La alegría es una de las mejores emociones que experimenta el ser humano, este sentimiento se produce gracias a un suceso favorable o por la automotivación. El estado de ánimo se ve favorecido y es notorio exteriormente, da el sentimiento de plenitud, se sonríe, hay bienestar y un buen estado de ánimo. Veamos cómo es el comportamiento de una persona alegre.
¿Cómo es el comportamiento de una persona alegre siempre?
- Se cuida de los altibajos emocionales.
- No envidia a nadie por lo que los demás tienen, sino que está contento con su parte, y por supuesto se esfuerza cada día por mejorar esto y aquello con voluntad y ánimo.
- La alegría no la ve como simplemente una característica deseable, sino que se obliga a estar feliz.
- Sabe y reconoce que todo lo que le pasa es por algún motivo, y que ese motivo siempre es para bien, aunque no se vea así al principio. Lo cual le permite corregir, mejorar o rectificar cosas de su vida lo cual no solo permitirá un crecimiento personal, sino también contribuirá a la felicidad.
- La alegría genuina es amabilidad, es dar una sonrisa, es animar y es vida.
- La alegría también es respeto, compañía, responsabilidad y fuerza.
- La persona alegre tiene fe, confía, es agradecida, se anima y tiene confianza para el futuro.
- Siempre ve el lado bueno de las cosas y de las personas. Además se automotiva para ser feliz diariamente.
- Siempre tiene razones para ser feliz y es optimista. No deja que un tropiezo, reto, revés o dificultad lo tire abajo, al pozo de la tristeza y de la desesperación.
- Una persona alegre canta, baila o brinca y habla palabras positivas.
"No envidia a nadie por lo que los demás tienen, sino que está contento con su parte, y por supuesto se esfuerza cada día por mejorar esto y aquello con voluntad y ánimo…"
La alegría tiene innumerables beneficios, estos son algunos: mejora el sistema inmune, ayuda a recuperarse más rápido de las enfermedades, evita el estrés, concilia un mejor sueño, mejores amistades, abre puertas a las oportunidades, etc.
Hay momentos de silencio, de dolor o duelo. El resto de tiempo no debemos perderlo no estando con buen ánimo, hay que esforzarse en estar siempre alegres.
No hay que esperar la alegría que venga por sí sola, no depende de la economía, del gobierno, de la familia, de los vecinos, sino de uno mismo. La alegría es vida. La alegría debe encenderse en cada uno y compartirse. La alegría es el resultado de un trabajo personal, y a todos les consta que la persona alegre siempre es bienvenida en todo lugar, no así los que se la pasan tristes o amargados porque ni aun sus parientes cercanos los soportan.
Elijamos siempre la alegría y la gratitud, así podremos hacer nuestra parte y aportar luz para el mundo.