La formación de la Biblia

Para comprender los distintos aspectos del proceso de formación de este conjunto de libros que llamamos Biblia, es necesario atender al hecho básico de su división en dos grandes partes indisolublemente vinculadas entre sí por razones culturales y espirituales: el Antiguo y el Nuevo Testamentos.

El AT recoge y transmite la experiencia religiosa del pueblo israelita desde sus orígenes hasta la venida de Jesucristo. Los libros que lo componen son el testimonio permanente de la fe de Israel en el Dios único y verdadero, Creador del universo. Es el Dios que quiso revelarse de manera especial en la historia de su pueblo, guiándolo con su Ley, beneficiándolo con el pacto de su gracia y haciéndolo objeto de sus promesas.


Paso a paso, Dios lo convirtió en una nación unida por la fe, lo sostuvo y le mostró sin cesar la senda de justicia y santidad que debía seguir para no perder sus señas de identidad como pueblo elegido. Así el AT documenta la historia de Israel desde la perspectiva del sentimiento religioso, mantiene viva la expresión cultica de su fe a través del culto y recoge las instrucciones de sus profetas y las inspiradas reflexiones de sus sabios y poetas.


El NT es la referencia definitiva de la fe cristiana. En él se hallan consignados los acontecimientos que dieron origen a la iglesia de Jesucristo, el Hijo eterno de Dios. Los evangelios narran el nacimiento de Jesús en tiempos del rey Herodes; sus hechos y sus enseñanzas; su muerte en una cruz por orden de Poncio Pilato, gobernador de Judea; y su resurrección, después de la cual se manifestó vivo a aquellos que antes había escogido para que anunciaran el mensaje universal de la salvación.

Contiene el NT el relato de los primitivos movimientos de expansión de la fe cristiana, como vivieron y actuaron los primeros discípulos y apóstoles, cómo nacieron y se desarrollaron las primeras comunidades y cómo el Espíritu Santo impulsó a los creyentes de entonces a dar testimonio de su esperanza en Jesucristo ante gentes de toda raza, nación y cultura.


El proceso de redactar, seleccionar y recopilar los textos de la Biblia se prolongó para espacio de muchos siglos. Con el transcurso del tiempo han desaparecido los datos relativos al origen de gran parte de los libros, es decir, al momento en que en ellos quedaron fijados por escrito los relatos y enseñanzas que hasta entonces, y quizás durante muchas generaciones, habían sido transmitidos oralmente.


Por otra parte, en este largo y complejo proceso de formación, los autores resultan a veces de muy difícil a incluso imposible identificación. Así ocurre especialmente en los casos en que fueron varios redactores los que escribieron textos que posteriormente quedaron compilados en un único libro, o también cuando en la composición de la literatura bíblica se utilizan y se incluyen documentos de la época (p.e. Nm 21.14; Jos 10.13; Jud 14-15).

1 on "La formación de la Biblia"

     
Escribe tus comentarios en

La formación de la Biblia

Tu nombre:
Tu mail(no se publicará):
Tu web o blog (opcional):
Tu comentario: