Cuando nace su cuerpo puede estar recubierto de una pelusilla, esta se trata de una capa muy fina de vello, que recibe el nombre de lanugo y que es un resto del vello que cubría su cuerpo cuando estaba en el útero materno.
Durante las primeras semanas se descama debido al paso de un medio líquido a uno seco.
Las manos y los pies pueden estar enrojecidos a causa de la inmadurez de los capilares de las extremidades.
El color de la piel se normaliza entre las seis y ocho semanas. Hasta entonces la piel del bebé conserva un color ligeramente rojizo y si al nacer tuvo ictericia es posible que este amarillento.
El vello corporal se cae sobre el segundo mes, aunque hay bebés que todavía la conservan a los 4 á 5 meses.
A los dos meses su tono de piel ya es el definitivo. Ha perdido la tonalidad rojiza y la piel es clara, transparente y uniforme. Las manchas de nacimiento suelen localizarse principalmente en los parpados, la frente, la nuca y la parte baja de la espalda.
Piel sonrosada del bebé
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