Los recién nacidos lloran unas dos horas al día, así que es muy posible que durante las primeras estresantes semanas te agobies intentando entender que le pasa. No te preocupes, conforme vayan pasando los días y vayas conociendo mejor, empezarás a reconocer y a identificar todas sus necesidades. Pero no olvides que “leer” sus necesidades es un proceso de aprendizaje que tendrás que realizar.
• Hambre
• Dolor
• Aburrimiento o cansancio
• Perturbación
• Tener el pañal mojado
• Exceso de calor o de frío
• Necesidad de mimos
A medida que vaya creciendo, aprenderá otras formas para comunicarse contigo: establecerá contacto visual, sonreirá y emitirá toda una amplia gama de ruiditos que reducirán su necesidad de llorar.
Las cosquillitas y los juegos lo animarán a interactuar contigo. Si tu bebé se siente importante y comprendido por sus padres, mejora su proceso de crecimiento y desarrollo.