Desde el vientre materno se comienzan a guardar recuerdos, mismos que no son comprendidos, pero al ir creciendo el individuo los va desglosando y asociando con su entorno habitual.

Algunos momentos importantes para que los bebés guarden recuerdos:

• Desde la sexta semana de gestación un bebé comienza a guardar información que le acompañará el resto de su vida.

• A partir de los seis meses de nacido un bebé es capaz de distinguir estados de ánimo en las personas que le rodean e incluso de defenderse a sí mismos.

• Para el año tienen conciencia de su propia existencia, y que son seres aparte, inclusive son capaces de aprender otro idioma con solo escuchar alguien que les hable.

• Se ha comprobado que a partir de los tres años de edad un individuo puede guardar recuerdos, ideas y sensaciones que a mayor edad son comprendidos.

• La mayor parte de esos recuerdos permanecen guardados y solo salen a flote cuando una situación similar al del recuerdo aparece por cualquier circunstancia en la vida del individuo.

Recomendaciones para el desarrollo intelectual de un bebé:

• Es recomendable para los padres jugar e interactuar con sus bebés pequeños para que de este modo el bebé crezca fuerte y seguro de sí mismo.

• Para la madre siempre aflora más el sentido del detalle y el cuidado por él bebe mientras que para el padre es más recurrente el jugar y pasear al bebe.

• Los bebés niños siempre sentirán más afinidad por las cosas, por lo que jugar con el padre es algo que les gusta porque dan rienda suelta a toda su energía y alegría.

• Las bebés niñas les llama más la atención las personas, por lo que la convivencia con la mama siempre les resultara agradable al tratarse ambas con ternura.

¿Qué recuerdos son recurrentes en el cerebro de un bebé?

• La sensación de volar deriva de un bebé cuyos padres lo levantan para jugar, también puede derivar la sensación de caer, lo que produce cierta inquietud.

• Canciones, palabras o frases escuchadas son retenidas por él bebé aun estando en el vientre materno.

• Lugares y paisajes son guardados por los niños a partir del momento en que cobran conciencia de lo que les rodea, por lo regular estos recuerdos permanecen y no son vueltos a ver hasta rencontrarse con el lugar o paisaje en cuestión.